28 septiembre 2009

Periodista de la comunidad toba fue baleado en el pecho y se salvó de milagro

Bernardo Saravia, un reconcido trabajador de prensa de la comunidad Toba de Rosario recibió un diparo en el pecho al quedar en medio de un tiroteo cuando volvía a su casa desde FM Aire Libre, en donde produce y conduce un programa. Se salvó de milagro.

"Sentí el golpe y después ardor. Caí de la bicicleta y me dije: «Si me quedo acá me van a robar». Lo único en lo que pensaba era en que no me robaran la cámara". Bernardo Saravia tiene 39 años y sonríe con todos los músculos de la cara cuando dice que "ganó la lotería", cuenta la crónica publicada en la edición de este sábado del diario La Capital. Bernardo es un reconocido trabajador de prensa de la comunidad Qom local, que fotografía, filma y entrevista para medios alternativos, y tiene su propio programa radial en la radio cooperativa FM Aire Libre.
El jueves 24 de setiembre cuando volvía de trabajar, quedó en medio de un tiroteo en Rouillón y Seguí. Un balazo de calibre chico le dio en el esternón. Con ese impacto, Bernardo pedaleó ocho cuadras hasta su casa. Luego fue asistido por un móvil policial y trasladado en ambulancia al Heca. Cuatro horas después le dieron de alta, cuenta el periodista de La Capital, Leo Graciarena.

Y sigue la crónica: Para el diccionario de la Real Academia Española una de las acepciones del término "milagro" es la de "algo que ha ocurrido cuando parecía imposible que ocurriese". O "que no ha ocurrido cuando todo hacía creer que iba a suceder". Lo que le tocó vivir el jueves por la noche a Bernardo Saravia, integrante de la comunidad toba, fue algo muy cercano a esa definición.

Este hombre nacido en la localidad chaqueña de Roque Sáenz Peña emigró en 1990 a Rosario buscando trabajo. Primero estuvo afincado en el barrio toba lindero a Empalme Graneros y desde 1996 reside en zona sudoeste con su familia.

El jueves a la noche regresaba a su casa del pasaje 1837, conocido en barrio toba como Naala, al 6200, cuando se vio envuelto en tiroteo en el que no tenía nada que ver. Poco antes de las 20.30 salió de la FM Aire Libre, ubicada en Virosaro y Teniente Agnetta en su bicicleta. Llevaba una mochila cargada con una cámara fotográfica, un grabador, una agenda, celular y varios ejemplares del mensuario de la comunidad indígena.

"Volvía para mi casa en la bici por calle Rouillón. Unos 40 metros antes de llegar al semáforo de bulevar Seguí vi que un auto venía marchando hacia atrás, como tambaleándose, y un hombre que le venía disparando a pie", recordó el periodista. "Primero pensé en que no me atropellara, después sentí un golpe en el pecho y ardor", indicó.

El impacto hizo que el fotoperiodista chaqueño cayera de la bicicleta. "Lo primero que pensé fue en que no me robaran la cámara de fotos. Había mucha gente en el lugar, pero cuando empezaron los tiros se produjo el desbande. Me toqué el pecho. Me ajusté bien la mochila, agarré la bici y empecé a pedalear hacia mi casa", relató. Herido de bala, Saravia recorrió más de ocho cuadras en bicicleta hasta llegar a su humilde vivienda. "Lo único que pensaba era en llegar", rememoró.

Entró a su casa a las 20.40. A partir de ese momento hubo una serie de cuestiones ligadas con el azar que favorecieron la suerte de Bernardo. "Llegó un patrullero de la comisaría 19ª y cuando vieron dónde me habían herido me subieron al auto y me llevaron al Heca", relató. Pero cuando el móvil policial estaba en inmediaciones de Rouillón y Biedma, dieron por casualidad con una ambulancia del Sies que estaba estacionada.
Entonces lo subieron a la ambulancia y siguieron con rumbo al Clemente Alvarez. "Cuando llegué los médicos me hicieron exámenes, me pusieron suero y después me dijeron que me había ganado la lotería", recordó. La bala, de calibre chico, le impactó en un hueso y no afectó ningún órgano vital.
El hecho fue denunciado en la seccional 19ª, situada a dos cuadras del lugar de la balacera, donde no quedó documentado el tiroteo que motivó la herida sufrida por Saravia.
Referente de los medios de la colectividad aborigen

Bernardo Saravia es una referente como comunicador de la colectividad indígena. Integra la producción del programa cultural originario "La señal de la paloma", que va los miércoles de 17 a 18 por FM Aire Libre (96.3). Un programa sobre historias de desarraigo y resistencia de las comunidades indígenas que habitan Rosario. Es corresponsal de la Red de Comunicación Indígena y forma parte de la producción del Boletín de Pueblos Originarios que edita el colectivo Indymedia Rosario. También es operador de radio. "Aire Libre fue mi escuela y mi universidad", reflexionó.

(Fuente: La Capital)