Un "genocidio étnico"
El Instituto del Aborigen Chaqueño (Idach) y el Centro Nelson Mandela de Chaco denunciaron ayer un “genocidio étnico” contra comunidades toba de El Impenetrable, donde hay víctimas de desnutrición grado 3, mal de Chagas, tuberculosis y escabiosis, entre otros males. El Centro Nelson Mandela presentó el caso en diciembre de 2006 ante la Secretaría de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo nacionales, aunque el principal destinario de los reclamos es el ministro de Salud provincial, Ricardo Mayol. Pero éste respondió ante la denuncia que “el 80 por ciento de la provincia” recibe atención del sistema sanitario oficial, y que muchas comunidades indígenas “rechazan” la medicina tradicional, que las autoridades “no pueden imponer” a los originarios. “Podemos proponer pero no imponer tal o cual conducta coercitivamente”, alegó el funcionario, pese a que en otras provincias los sistemas sanitarios oficial y de las comunidades originarias conviven y aprenden entre sí: es reconocido el caso neuquino, donde aparece como clave el conocimiento de las “machis” mapuches sobre variedades vegetales utilizadas tradicionalmente para contrarrestar enfermedades. Pero además, el titular del Centro Mandela, Rolando Núñez, remarcó el caso de una mujer que, tras conseguir que un hospital la aceptara, “le detectaron diabetes derivada de la desnutrición, algo que no existe en Argentina, y que sólo en África o Asia se ve”. Ante ello, el dirigente humanitario definió la situación como un “desastre sociosanitario”, porque se trata de “enfermedades de la pobreza”, no ya de un conflicto entre la medicina tradicional y la aborigen.
La semana pasada, el Idach y el organismo humanitario intentaron, sin suerte, que autoridades nacionales vieran a seis adultos toba que accedieron a ser llevados especialmente a Resistencia y cuya salud aseguraban que era desesperante. Una de las mujeres fue Mabel Pino Fernández, de 45 años, con 26 kilogramos de peso y residente en El Espinillo, una comunidad cercana a Villa Río Bermejito, a 350 kilómetros de Resistencia.
Al contrario de lo que dijo Mayol, voceros de la comunidad toba denunciaron que el sistema sanitario chaqueño no sólo no los incluye sino que los discrimina: “Lo más indignante es que los centros de salud no nos atienden porque somos indígenas y nadie llega a nuestros lugares, estamos totalmente abandonados”, dijo desde Castelli –la puerta del mítico Impenetrable– Bashe Nuhem, de la Red de Comunicación Indígena (RCI).
Según el informe de la ONG, que con un equipo médico evaluó en 2006 a 171 personas de ocho comunidades de las cercanías de Villa Río Bermejito, detectaron “pocos pacientes evaluados y muy pocos previamente medicados”, en su mayoría chagásicos y con tuberculosis. Nuhem sostuvo que “no hay en todo el país casos de esta magnitud”, y lo atribuyó a la venta de tierras. “Ellos no pueden sembrar, les quitaron las hectáreas de tierra, así que apenas tienen espacio para vivir, aunque en realidad se van muriendo de hambre”.
publicado en El Ciudadano:
http://www.elciudadano.net/NOTAS/GAL002.htm
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